La noticia musical de estos últimos días no es el regreso a
la palestra de Madonna con su previsible “Rebel Heart” (creo que la artista ya
no se sabe reinventar a pesar de lo que nos quieran vender), ni el arranque de
la gira española de Sabina conmemorando los 15 años de “19 días y 500 noches”
(a pesar de que esté deseando que llegue el momento de disfrutarlo en directo).
Tampoco lo son los detalles del regreso de Muse con su disco “Drones” (un
título que hace referencia a la teoría conspiratoria que ronda en la cabeza de
su líder Matt Bellamy) ni el single de adelanto del próximo lanzamiento de
Mumford and Sons alejado de su folk característico (pronto veremos si “Believe”
es solo un experimento o es que el disco “Wilder Mind” suena definitivamente a
Coldplay por todos los poros).
La que para mí ha sido la noticia más inesperada y a la vez
más agradable de nuestra música en este arranque del mes de marzo ha sido el
anuncio de la publicación de un disco conjunto entre Calamaro y Bunbury que
sirve de testimonio de la gira conjunta que estos dos artistas mayúsculos
realizaron el pasado mes de octubre en varias ciudades mexicanas. Aunque al
parecer esta gira se limitó a que ambos artistas compartieran un set en común
en la parte final de cada concierto, habiendo defendido previamente una parte
del espectáculo en solitario cada uno de ellos, era necesario que esta gira
quedase recogida en un disco por lo interesante de su propuesta y lo inusual
que es ver a artistas de este calibre juntos sobre un escenario. Además el hecho de que la gira no pasase por
España hacía necesario recoger en un documento histórico este acontecimiento
que muchos seguidores no pudimos disfrutar.
Y es que Calamaro y Bunbury se unieron en gira en su mejor
momento como artistas. Los dos venían de defender en intensos espectáculos unas
obras inmensas (podría decir que sus discos más inspirados). Tanto “Bohemio”
como “Palosanto” eran sobresalientes, nos regalaban lo mejor de ambos artistas
y las giras con las que los estaban defendiendo también eran de las más
acertadas en sus carreras (sirvan como ejemplo de lo acontecido en estas giras
los discos “Madrid, Área 51” de Bunbury o “Pura Sangre” de Calamaro; simplemente
increíbles). Por eso, no sabemos cómo será todavía “Hijos del Pueblo” pero
seguro que se convertirá en imprescindible por recoger un momento de gloria de
ambos artistas, una gira única y difícil de repetir.
Estoy convencido de que podremos sacar algunas pegas a este lanzamiento, como que los músicos no
compartieron todo el tiempo el escenario y se limitaron a aparecer juntos solo
durante el tercer acto de los conciertos, pero también estoy seguro de que por
esta tanda de “bises” compartidos merecerá la pena este documento (que para ser
perfecto debería acompañarse también de DVD). Porque escuchar juntos a dos
maestros del rock en castellano es algo que no se puede pasar por alto. Gracias
por adelantado.
Como aperitivo os dejo con "Más alto que nosotros solo el cielo", del directo "Madrid, Área 51" de Bunbury, y "Paloma", recogido en "Pura Sangre" de Calamaro.
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