Hacía mucho tiempo que no veía a Revólver en directo y el pasado sábado
al salir por la puerta de la Sala Oasis cuando todo acabó sentí que había
presenciado un concierto de gran nivel. Básicamente por tres cosas: La primera
porque Carlos Goñi y su grupo habían dado un concierto potente y de altura
otorgando un gran protagonismo a su último disco, que a pesar de su tono más
acústico mostró su cara más afilada para la ocasión. La segunda porque el
público brindó un respeto tremendo al artista entregándose cuando más lo
requería el momento o escuchando con atención los temas más sentidos (increíble
que este respeto empezase incluso con el telonero de la noche Luis Fercán, al
que se le escuchó bastante más que a otros artistas que ejercen este duro
papel). Y la tercera porque el sonido de la Sala Oasis fue esta vez magnífico,
pudiendo apreciarse al máximo los matices de la velada y permitiendo seguir
perfectamente las exigentes letras de las canciones de Goñi.
Dicho esto reconozco que volver a disfrutar de un concierto de Revólver
en directo fue una experiencia intensa y muy placentera. Además si le sumamos
que horas antes había podido tener una conversación larga y tendida con el
protagonista de la velada (que veremos reflejada próximamente como entrevista
en esta misma web) y que incluso había asistido al engranaje de la misma con la
prueba de sonido, puedo afirmar rotundamente que a la noche no le faltó de
nada.
El grupo comenzó con decisión y sin miedo, apostando por un tema poco
conocido de su repertorio, “La Carretera”, que aparecía en el disco de inéditos
de su caja conmemorativa por sus veinte años de carrera publicada en 2010 bajo
el título “…Que 20 años no es nada”. A este tema le siguió “Sara” sonando muy
potente, como lo era aquel arriesgado “Sur” del año 2000. Pero la noche no iba
a ir por el camino fácil. Carlos Goñi estaba decidido a presentar el que
considera uno de sus discos más personales y certeros de los que ha alumbrado,
así que comenzó rápido a desgranar los temas pertenecientes a “Capitol”, del
que sonaron hasta ocho en todo el concierto, algo no muy común en las giras de
presentación de discos nuevos de artistas que como Revólver tienen una carrera
que ronda ya los treinta años. Así desgranó “Premios y Cicatrices”, uno de los
temas más incisivos del disco que esta noche sonó como un cañonazo
especialmente por su solo de guitarra final. Y sin bajar la guardia y con el
público enloquecido desde el primer acordé llegó “El roce de tu piel” (difícil
cansarse de una canción tan bien construida a pesar de haberla escuchado
cientos de veces) donde Goñi volvió a mostrar su dominio a las seis cuerdas.
Admitámoslo, estamos ante uno de los mejores guitarristas de nuestro país
aunque a algunos les cueste reconocerlo. Porque no es una “rock star” o un
“guitar legend” (sé que estas etiquetas van muy en la línea de su reciente tema
“Más tequila”), pero es un prodigio con el instrumento y me lo ha demostrado
siempre que lo he visto en vivo.
¿Cómo no iba a estar encantado con el repertorio que estaban ofreciendo
esta noche si la siguiente en llegar fue “Mustang Shelby”, una de mis favoritas
de su último disco? Seguidamente llegó “Ángeles de alas sucias” con unos versos
que son auténtica marca de la casa de nuestro protagonista y que consiguen
trasladarnos con total claridad a los lugares que recrea la canción simplemente
cerrando por un momento los ojos. “Frío en Madrid” sonó renovada en sonido e
igualmente emocionante, dando paso a un tema con el que no consigo conectar aún
quince años después, pero que a la mayoría del público parece entusiasmarle.
Hablo de “Odio”, donde la enumeración cansa y la voz de Goñi no luce como en
otros momentos.
“Si es tan sólo amor”, otro bombazo que desata pasiones, enlazó con su
single más reciente, “BlackJack”, y encajó perfectamente con éste debido a que
nos retrotrae a esa época dorada de Revólver, entre “El Dorado” y “Calle
Mayor”, con Josué Santos agarrando por momentos el saxo y dando el toque
preciso a la canción. Sinceramente, y dada la reacción del público, creo que
“BlackJack” se ha convertido en un clásico instantáneo del repertorio de
Revólver y seguramente se ganará un sitio fijo en futuras giras. Llegó así el
cierre de la primera parte del concierto con otro clásico como “Dentro de ti”,
con el público cantando al unísono y ofreciendo el arreglo original del tema aparecido
en “Si no hubiera que correr”, que funciona mucho mejor que el que
posteriormente presentaran en su primer “Básico”.
Apenas llevábamos una hora y cuarto de concierto por lo que se intuía
una segunda parte generosa, como así fue. Carlos volvió sólo con su acústica
para entonar la confesional “Perdí lo que no tuve” y la delicada “Campanilla”.
A pesar de ser canciones nuevas se notaba mucho respeto en la sala (lo digo por
el silencio que en otros conciertos cuesta conseguir) e incluso se veía a muchos
de los ahí congregados cantando las letras al completo, algo que demuestra el
grado de fidelidad de los seguidores con este artista, ya que el nuevo disco
apenas lleva un mes en la calle. Introduciendo a su baterista Carlos Sánchez,
que esta vez agarró el cajón, nos presentó “Sacristán de sacristanes” aclarando
los motivos de este particular homenaje a “uno de los últimos grandes del cine
patrio”, para dar paso después a Josué Santos, de nuevo con el saxo, y a su
inseparable Manuel Bagüés al bajo y despedirse así de este tramo más íntimo con
“Faro de Lisboa”. Estas cuatro canciones fueron las únicas netamente acústicas
de la noche, lo que sorprende debido a que éste es el sonido predominante de
“Capitol”, pero no así el del concierto, que ofreció una versión más eléctrica
de la mayoría de los temas presentados.
La vuelta para los merecidos bises se convirtió en euforia por
encadenar tres de las canciones más apreciadas del grupo: la siempre infalible
“No va más”, la impactante “San Pedro” con otro solo de stratocaster de los que
dejan con la boca abierta, y la maravillosa “El Dorado”, una canción que no
necesita presentación y en la que sus diez minutos de desarrollo siempre dejan
con ganas de más. Carlos Goñi, visiblemente agradecido, disfrutó con su final a
la guitarra y el público enloqueció una vez más; definitivamente el momento lo
merecía.
Revólver en directo me ha vuelto a confirmar que éste es un proyecto
con un público siempre fiel, pero que convence no por dar lo que simplemente se
espera de ellos sino por seguir arriesgando desde un sonido que nos es familiar
a la vez que nos exige. Y si no, por favor, prestad atención a su extensa
discografía, siempre con algún toque que diferencia a sus discos entre sí, y
convenceos con sus directos, en un nivel de solidez al que estamos poco
acostumbrados en algunos de nuestros grupos de referencia. Carlos Goñi, Manuel
Bagüés, Carlos Sánchez y Josué Santos han formado un conjunto muy equilibrado,
cómplice y entregado. Espero que les quede mucho que dar todavía y que regalen a
“Capitol” una larga vida en directo.