No es un adiós, es un hasta pronto!!
Mucho tiempo inactivo, centrado en otros canales de comunicación con mi verdadera pasión que es la música. Mucho tiempo que recuperar, para empezar de nuevo y sumergirme cada día más en este océano por explorar. Quizá este medio se ha quedado algo obsoleto o necesite un replanteamiento. Por el momento dejo un compás de espera sin olvidarme de vivir nuevas experiencias y compartirlas con vosotros vía Twitter - @javier_capape - o a través de mi familia de "El Giradiscos" www.elgiradiscos.com
Seis años después de arrancar con "Alrededores" siento que volcar mis opiniones y reflexiones aquí ha sido una experiencia irrepetible, una suerte de terapia y convivencia, un gran regalo.
Gracias a todos los que habéis hecho de esta página un alto en vuestro camino. Seguiremos en contacto. ¡¡Y no os olvidéis de la música!!
Javier
martes, 25 de septiembre de 2018
jueves, 3 de mayo de 2018
Tiempo de espera
Mucho tiempo desconectado. Demasiado. Pero en este tiempo de espera también he tenido momentos para impregnarme de grandes discos que, como siempre, sirven de bálsamo y perfecta compañía en los momentos más duros. Aquí van las reseñas que durante estos primeros meses del 2018 he realizado para "El Giradiscos" y que son una buena muestra de la música que me ha acompañado en estos días: Desde el regreso de U2 con alguna sorpresa escondida digna de mención al maravilloso directo de Coque Malla publicado con el nombre de "Irrepetible", del que me atrevería a decir que es uno de los mejores directos registrados en la historia del rock en castellano. También ha habido tiempo para reencontrarme con Izal o dejarme caer por el sendero siempre acertado de Simple Minds. Pero el gran descubrimiento de esta temporada, que me acompañará para siempre, es el debut de Luis Fercán. Un cantautor que redefine el género y me reconcilia con él.
Os dejo a continuación los enlaces a las reseñas de estos discos que espero que se hagan con un sitio en vuestra mochila musical. La mía la han colmado con creces en estas últimas semanas.
U2: "Songs of Experience"
http://www.elgiradiscos.com/2018/01/u2-songs-of-experience.html
Coque Malla: "Irrepetible"
http://www.elgiradiscos.com/2018/02/coque-malla-irrepetible.html
Izal: "Autoterapia"
http://www.elgiradiscos.com/2018/04/izal-autoterapia.html
Simple Minds: "Walk Between Worlds"
http://www.elgiradiscos.com/2018/03/simple-minds-walk-between-worlds.html
Luis Fercán: "Grieta"
http://www.elgiradiscos.com/2018/04/luis-fercan-grieta.html
Os dejo a continuación los enlaces a las reseñas de estos discos que espero que se hagan con un sitio en vuestra mochila musical. La mía la han colmado con creces en estas últimas semanas.
U2: "Songs of Experience"
http://www.elgiradiscos.com/2018/01/u2-songs-of-experience.html
Coque Malla: "Irrepetible"
http://www.elgiradiscos.com/2018/02/coque-malla-irrepetible.html
Izal: "Autoterapia"
http://www.elgiradiscos.com/2018/04/izal-autoterapia.html
Simple Minds: "Walk Between Worlds"
http://www.elgiradiscos.com/2018/03/simple-minds-walk-between-worlds.html
Luis Fercán: "Grieta"
http://www.elgiradiscos.com/2018/04/luis-fercan-grieta.html
jueves, 22 de febrero de 2018
Sueños y Pan
Xoel López nos regaló el pasado otoño un disco que ha venido para quedarse. En "Sueños y Pan" siempre encuentras un lugar al que volver y aferrarte. Un viaje entre lo terrenal y lo onírico que no se puede dejar pasar. Aquí vuelco mi reseña escrita para "El Giradiscos" de un disco definitvamente imprescindible.
Elephant Band,
Deluxe, Lovely Luna... No es que
haya que enterrar el pasado, pero Xoel López hace tiempo que puede definirse
con claridad por lo que nos ha ofrecido en los discos presentados bajo su propio
nombre. “Sueños y Pan” cierra una trilogía fantástica, a la que no se le pueden
sacar peros. Una trilogía que le ha situado como uno de los compositores más
inspirados del panorama patrio desde que con “Atlántico” redefiniera la canción
de autor de tradición anglosajona perfectamente mezclada con los dejes panamericanos
e ibéricos. Corría el año 2012 y Xoel López se presentó sin máscaras ante un
público que podía intuir lo que traía bajo el brazo, pero que quedó mucho más
satisfecho de lo que podía pensar en un principio. Y así ha seguido haciendo
hasta la presentación de este último disco que nos ocupa. Desde que iniciara su
carrera, el músico gallego puede presentarse en solitario acompañado de una
simple guitarra española o con una banda heterogénea y cercana al pop, y
siempre consigue transmitir y convencer con su discurso y su voz, cada vez mejor
definida. Un referente a estas alturas. Confirmado con el exquisito “Paramales”
y ahora refrendado con un “Sueños y Pan” más ecléctico y exigente, plagado de
nuevas historias y sensaciones en forma de canción que nos acompañarán siempre.
El tercer disco bajo el nombre de Xoel López es un canto al poder de los
sueños en comunión con la realidad. El mundo del misterio junto a lo cotidiano
y terrenal. Esta es la línea argumental del disco y a mi entender no solo en
los textos sino también en su sonoridad. La cotidianeidad más cristalina de las
guitarras desnudas junto a los detalles más transgresores que esconden los
múltiples efectos empleados para la ocasión. Xoel maneja a la perfección la
mezcla entre estos dos mundos y los deja a nuestro alcance.
Por primera vez las guitarras no son lo que más destaca en uno de sus
discos. Aquí son los teclados los que acaparan mayor presencia junto a otros
arreglos de saxo o harmónica, que por momentos cobran protagonismo en perfecta simbiosis
con el resto de sonoridades habituales en la carrera del gallego. Las seis
cuerdas ceden el testigo a otros compañeros de viaje sin que se pierda un ápice
del timbre característico de sus últimos discos publicados. Así en “Jaguar”
sorprende el solo de gaita gallega en la parte final del tema y en “Cometa” el
de saxo. La harmónica otorga el clímax a “Madrid” y una guitarra aderezada con
un efecto que nos hace confundirla con un sinte hace lo propio en “Serpes”. Sí,
este es un disco que se aleja de las orillas más convencionales del pop para
transitar por los márgenes de la canción de autor, el pop de los ochenta, la
música latinoamericana y el barroquismo más ecléctico. Además es el disco más
gallego de toda su discografía, y no solo por el sonido tradicional de la gaita
mezclado con la modernidad que asoma ya en el primer tema, sino porque dos de
sus diez canciones están cantadas en la lengua de Rosalía de Castro, y son
además las más diferenciadas de todo el conjunto. “Serpes” por ser la más
experimental, y “Durme” por ser la más sencilla y desprovista de artificios,
una nana que cierra de forma dulce el conjunto, conduciéndonos a ese sueño al
que nos invita el mismo título.
De entre estos diez temas, que pasan como un suspiro, cabría destacar
algunos por su contundencia lírica y su preciosismo musical, sobretodo en las
voces, donde Xoel se alza muy por enciman de otras de sus creaciones. Aquí
juega con las armonías vocales y crea auténticos dibujos melódicos con su voz. En
algunos momentos parece que vaya a quebrarse y en otros consigue llegar muy
lejos. Es sugerente y penetrante la línea melódica de “Cometa”. Los falsetes
que emplea al inicio de las estrofas de “Frutos” van más allá del juego y se
complementan a la perfección con la suave voz de Miren Iza, que le acompaña en
los estribillos. Resulta emocionante la suave cadencia de “Insomnio” y canta
con auténtica intensidad en “Lodo”. Y esto solo si nos detenemos en las voces,
porque si analizamos su instrumentación percibimos otros detalles fantásticos.
Vuelve a sonar a su preciado continente latinoamericano en “Lodo”, casi cercano
al romance como ocurría en su disco “Atlántico”. Algo similar ocurre en
“Primavera”, que se sostiene en un teclado que va cambiando su color con una
tonada muy Beatle en las estrofas mientras nos conduce a un capricho folclórico
bien entendido en el estribillo. Tampoco deja de lado su época más anglosajona
emparentada con Deluxe, que asoma en el uso de potentes acústicas en “Madrid”.
Nos sorprende con toques de ruidismo en los primeros acordes de “Jaguar”, así
como con los arreglos vocales que sirven de base percutiva en “Frutos”. Se tira
a la piscina con la distorsión experimental de “Serpes” o el piano que se
desmembra en el final de “Balas”, en el que reina la anarquía, como ya
ocurriera en otros temas de su discografía al que éste puede llegar a remitir.
¿No recuerda a “El Asaltante de Estaciones” por los cuatro costados, de nuevo
mano a mano con Lola García Garrido?
Si a toda la parte más técnica analizada hasta aquí le sumamos unos
textos que nos llevan al interior de nosotros mismos, la magia del disco se
torna más tangible si cabe. Xoel se mueve con curiosidad y cierta ligereza entre
la reflexión de lo etéreo y lo mundano consiguiendo un resultado inimaginable.
Nos acerca a lo cotidiano, a la familiaridad del día a día, pero siempre
influenciados por el mundo de lo onírico.
“Sueños y Pan” nos incita a adentrarnos en él sin red, dispuestos a todo
y seguros de que encontraremos algo que se ajuste a nuestras expectativas.
Ángel Luján en la producción y el mismo Xoel López junto a Charlie Bautista
repartiéndose casi todos los instrumentos han conseguido una vez más lo que ya
iniciaran en el anterior “Paramales”, solo que esta vez el resultado exige
estar más atentos y se presenta como un estupendo compendio entre este disco
citado y su predecesor “Atlántico”. Estas diez canciones nos piden buena
disposición para atender y entender su mensaje y su equilibrio sónico, basado
en esa estupenda mezcla de lo latino y lo anglosajón, de lo popular y lo
experimental. Xoel López nos brinda un disco que puede entenderse como un
viaje. Quizá cierre una trilogía o, mejor aún, abra otra todavía más fresca e
interesante.
jueves, 1 de febrero de 2018
Mismo Sitio, Distinto Lugar
Hace un mes "El Giradiscos" publicaba la reseña sobre uno de los discos más importantes para mí en los últimos meses. En ella quise plasmar lo que significa este cambio de rumbo en lo estilístico y personal para uno mis grupos de cabecera. Sin lugar a dudas, "Mismo Sitio, Distinto Lugar" supone un antes y un después en la carrera del combo de Tres Cantos y se hace imprescindible de forma instantánea. Una auténtica obra maestra.
Afrontaba el último disco de Vetusta Morla con mucha expectación, pues los de Tres Cantos nunca dejan indiferente. Los adelantos de “Mismo Sitio, Distinto Lugar” sonaban algo más alejados de sus fórmulas habituales y la información sobre la forma de afrontar la composición y grabación de este disco también apuntaba maneras. El propio título ya sugería un cambio de miras, una nueva forma de encarar sus canciones y efectivamente así es. “Mismo Sitio, Distinto Lugar” puede convertirse en el “sancta santorum” de Vetusta Morla, en su piedra angular. El disco con el que el combo madrileño afronta un cambio en sus fórmulas (que ya de por sí rompían con todo lo anterior escuchado en el panorama nacional hasta su irrupción hace diez años) y reconfigura su mundo interior y su espacio de proyección. Diez canciones que dejan claras sus intenciones desde la primera escucha. Hay ganas de cruzar el umbral, de comenzar de nuevo, y eso que podían permitirse la comodidad de un espacio que habían ganado por derecho propio, pero esa no es su actitud. Lo suyo es dar un giro de timón sin perder su norte, pero afrontando nuevos rumbos que les hagan crecer. Nuevas derivas que afrontar.
Afrontaba el último disco de Vetusta Morla con mucha expectación, pues los de Tres Cantos nunca dejan indiferente. Los adelantos de “Mismo Sitio, Distinto Lugar” sonaban algo más alejados de sus fórmulas habituales y la información sobre la forma de afrontar la composición y grabación de este disco también apuntaba maneras. El propio título ya sugería un cambio de miras, una nueva forma de encarar sus canciones y efectivamente así es. “Mismo Sitio, Distinto Lugar” puede convertirse en el “sancta santorum” de Vetusta Morla, en su piedra angular. El disco con el que el combo madrileño afronta un cambio en sus fórmulas (que ya de por sí rompían con todo lo anterior escuchado en el panorama nacional hasta su irrupción hace diez años) y reconfigura su mundo interior y su espacio de proyección. Diez canciones que dejan claras sus intenciones desde la primera escucha. Hay ganas de cruzar el umbral, de comenzar de nuevo, y eso que podían permitirse la comodidad de un espacio que habían ganado por derecho propio, pero esa no es su actitud. Lo suyo es dar un giro de timón sin perder su norte, pero afrontando nuevos rumbos que les hagan crecer. Nuevas derivas que afrontar.
Estas diez canciones son en sí
mismas un viaje que el oyente emprende junto a los seis miembros del grupo
dejando atrás lo vivido y afrontando nuevos caminos. No es en sí mismo un disco
conceptual, pero ésta es la sensación que flota como base en el ambiente de sus
canciones. Los propios Juanma Latorre y Guille Galván, compositores de la
banda, dejaron claro desde el principio que no iban a quedarse quietos después
del gran reconocimiento de su anterior disco y gira, que algo iba a cambiar, y efectivamente
cada una de estas canciones dan buena fe de ello. Grabadas en los míticos
estudios Hansa de Berlín (cuna de inmensos discos como “Heroes” de Bowie o
“Achtung Baby” de U2), el ambiente de contemporaneidad se impregna en la obra
sin dejar de lado tampoco los guiños y referencias a su pasado.
Todas estas canciones son una
reafirmación de la esencia de Vetusta Morla, pero a la vez apuestan por una metamorfosis
evidente. “Deséame suerte” inaugura la nueva vuelta de este carrusel y emprende
un viaje en el que ese deseo se convierte en el pilar para su nuevo rumbo. Hay
un cambio, una reformulación, y nos hacen partícipes del mismo buscando esa
pizca de suerte que escapa de nuestra voluntad en cada uno de nuestros
arriesgados caminos. También esa línea sigue “El discurso del Rey”, una especie
de sueño a una realidad alternativa llena de nuevas oportunidades. “Palmeras en
la Mancha” comienza como un juego con personajes sacados directamente de un
noticiero y en los que también vemos intenciones de cambio, de empezar una
nueva vida, haciéndonos partícipes de ella. Podemos vislumbrar en ella una
pequeña road movie, con aires a Thelma y Louise en el fondo y las formas, sin
perder el pulso y garra característicos del grupo. “Consejo de Sabios” es una
de las grandes canciones de la colección, con esos cambios de intensidad y
letra críptica que tan bien manejan los madrileños. Totalmente adictiva y
sugerente. Le sigue la delicada “23 de Junio”, una canción que nos suena
familiar, que tiene mucho de canción popular a ritmo de vals, recordando
incluso a otros temas de su trayectoria como "Maldita dulzura" o
"Alto", y que nos invita de nuevo a soltar lastre. “Guerra Civil” ya
provoca desde su título y genera cierto desasosiego emocional, aunque el tema
que verdaderamente nos golpea hasta dejarnos en la lona es “Te lo digo a ti”, un
auténtico grito descarnado, agresivo y sin piedad hacia todo aquello que nos
ata y no nos deja avanzar. Dos minutos que dejan exhausto pero de alguna manera
consiguen exorcizar esos demonios internos que a todos nos persiguen. Tras la
tempestad llegamos a un triduo final más reflexivo y esperanzador. “Punto sin
retorno” nos invita a seguir el sedal de nuestro nuevo rumbo sin miedo,
sabiendo que todo va a cambiar, que no hay vuelta atrás, pero con confianza.
Una canción de huida hacia adelante cargada de esperanza. Para cuando nuestro
cuerpo se siente en paz al terminar esta canción, comienza un sonido ambiental
enigmático que nos atrapa y conduce hacia “La vieja escuela”, quizá la más
experimental de toda la colección, la que lleva el sello adherido de los
estudios donde ha sido grabada (es imposible no caer en su red tras esa intro
envolvente). Esta canción, siendo la que más se aleja del resto en temática,
también sugiere una mirada hacia adelante. Habla de los músicos que han
acompañado al grupo desde sus inicios (y a muchos de nosotros) y que comienzan
a desaparecer, lo que sugiere que esa “vieja escuela” pueda ser mirada desde la
admiración y el profundo respeto para educar a sus relevistas. El final llega
de la mano de la canción que da título al disco y que resume a la perfección su
espíritu. “Mismo Sitio, Distinto Lugar” es una mirada hacia el futuro, un no
quedarse quietos y sentir que nuestro viaje acaba de empezar. No será fácil,
asumiremos riesgos, pero está decidido: no estaremos de nuevo en el mismo lugar
aunque no cambiemos de sitio. Esta es la filosofía del disco, una temática que
insiste en el cambio de rumbo y que se constata en la sonoridad del álbum más
exigente de Vetusta Morla.
Aunque tampoco hay que temer
demasiado a los cambios. Pucho y los demás siguen siendo ellos mismos. Su particular
forma de tratar a las guitarras no se ha perdido. De hecho podemos buscar
paralelismos con algunos de sus clásicos en estas piezas. Pero sí, hay una
intención de sonar diferentes, de no repetirse, y así los múltiples efectos y
sintetizadores se convierten por momentos en los verdaderos protagonistas.
Junto con su maravillosa
presentación (lo de este grupo con el packaging de los discos es algo de otro
planeta, un regalo fantástico y siempre sorprendente) y su producción cuidada
hasta el más mínimo detalle (una buena parte de la responsabilidad de este
cambio sonoro está en Carles Campi Campón asumiendo las riendas), Vetusta Morla
nos invitan a avanzar con ellos, a formar parte de esto como protagonistas de
excepción, y consiguen volver a seducirnos y hacer de este “Mismo Sitio,
Distinto Lugar” nuestro nuevo e inseparable compañero por mucho tiempo, de
hecho, es muy probable que se quede para siempre.
viernes, 26 de enero de 2018
El mejor Dakar americano
Este 2018 ha comenzado con la misma intensidad de siempre. El Dakar aparecía en mi vida y volvía a atraparme irremediablemente como cada año. Todos los seguidores de la experiencia deportiva más dura del mundo han coincidido en afirmar rotundamente que éste ha sido el mejor Dakar de todos los disputados en tierras americanas. Y efectivamente tenían razón. Tan duro o quizá más que algunos de los míticos africanos. Marc Coma ha diseñado un recorrido espectacular. De enorme crudeza a la par que belleza. Desde los increíbles desiertos de la costa peruana a la altitud de Bolivia y las dunas y pistas llenas de trampas en terreno argentino.
Lo mejor de todo ha sido que el equipo Peugeot en coches se ha despedido de esta competición por todo lo alto con la victoria de uno de los deportistas más grandes a las cuatro ruedas. Hablo de Carlos Sainz junto a Lucas Cruz en el copilotaje. Su actuación ha sido impresionante. De las que no se olvidan. Paso a paso, de menos a más, superando todo tipo de obstáculos e imprevistos. Ahí estaban ellos, sobreponiéndose a las adversidades y consiguiendo con una solvencia intachable el merecidísimo y más costoso touareg dakariano. ¡¡Enhorabuena!! No sabéis la alegría que me ha dado esta victoria.
No me olvido tampoco de lo mucho que me han hecho disfrutar el increíble talento de Laia Sanz a las dos ruedas, la solidez de Gerard Farrés, la eficacia y regularidad de Joan Pedrero o la sorpresa de Oriol Mena. Pero por encima de todos ellos, a pesar de su triste abandono, no me olvido del tesón de Joan Barreda, que merece ganar esta prueba de una vez y dejar atrás el dominio aplastante de KTM. No tardará mucho en llegar. Seguro.
Y en camiones, ¿qué decir? La astucia del argentino "Coyote" Villagra ha estado cerca de quitar el liderato a los Kamaz, pero una vez más la armada invencible rusa se ha hecho con el mérito a la resistencia con Nikolaev a los mandos.
Un año más, gracias a todo el equipo de teledeporte, con Marc Martín a la cabeza, por hacerme disfrutar como un enano de cada plano, cada victoria y cada anécdota, convirtiendo de nuevo la experiencia dakariana en uno de los eventos deportivos más importantes del año, arrancando a todo gas este 2018.
Lo mejor de todo ha sido que el equipo Peugeot en coches se ha despedido de esta competición por todo lo alto con la victoria de uno de los deportistas más grandes a las cuatro ruedas. Hablo de Carlos Sainz junto a Lucas Cruz en el copilotaje. Su actuación ha sido impresionante. De las que no se olvidan. Paso a paso, de menos a más, superando todo tipo de obstáculos e imprevistos. Ahí estaban ellos, sobreponiéndose a las adversidades y consiguiendo con una solvencia intachable el merecidísimo y más costoso touareg dakariano. ¡¡Enhorabuena!! No sabéis la alegría que me ha dado esta victoria.
No me olvido tampoco de lo mucho que me han hecho disfrutar el increíble talento de Laia Sanz a las dos ruedas, la solidez de Gerard Farrés, la eficacia y regularidad de Joan Pedrero o la sorpresa de Oriol Mena. Pero por encima de todos ellos, a pesar de su triste abandono, no me olvido del tesón de Joan Barreda, que merece ganar esta prueba de una vez y dejar atrás el dominio aplastante de KTM. No tardará mucho en llegar. Seguro.
Y en camiones, ¿qué decir? La astucia del argentino "Coyote" Villagra ha estado cerca de quitar el liderato a los Kamaz, pero una vez más la armada invencible rusa se ha hecho con el mérito a la resistencia con Nikolaev a los mandos.
Un año más, gracias a todo el equipo de teledeporte, con Marc Martín a la cabeza, por hacerme disfrutar como un enano de cada plano, cada victoria y cada anécdota, convirtiendo de nuevo la experiencia dakariana en uno de los eventos deportivos más importantes del año, arrancando a todo gas este 2018.
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