jueves, 8 de septiembre de 2016

La Mutación definitiva

El concierto que Bunbury ofreció en la capital aragonesa en su reciente "Mutaciones Tour" todavía resuena en mi cabeza. Aquí os dejo la crónica completa que escribí para "El Giradiscos" publicada el martes 6 de septiembre. Espero que la disfrutéis:


El pasado sábado quedará marcado para muchos zaragozanos como una fecha difícil de olvidar. Había leído muchas cosas sobre el “Mutaciones Tour” de Bunbury y podía parecer que ésta sería la gira definitiva del músico zaragozano.

Acudí al Pabellón Príncipe Felipe de mi ciudad expectante y deseoso de ver el espectáculo que tenía preparado nuestro artista más internacional, pero a la vez tenía ciertas dudas por si el concierto no cumplía con todas las expectativas creadas. Desde que puse un pie dentro del pabellón se palpaba un ambiente de nerviosismo. Dos horas antes del concierto ya había un considerable aforo y quedaba más que claro que lo que veríamos esa noche iba a ser algo importante. He presenciado muchos conciertos de Bunbury en Zaragoza, en todas sus etapas y mutaciones solistas, pero confirmo que esta vez el “artista equilibrista” ha sido verdaderamente profeta en su tierra. Pudimos verle disfrutar como casi nunca, con menos tensión, seguro de que estaba ofreciendo un suculento menú para todos los allí presentes. Estoy convencido de que por esta noche Bunbury no se sintió “extraño en su tierra” y todos comulgamos en una especie de espiral colectiva de camaradería, emoción y empatía. Ocho mil almas unidas como un “Santo Inocente” más. Todas y cada una de las canciones interpretadas se recibieron con fervor y euforia. Creo que nunca antes había sentido Bunbury esa comunión con su público en casa, ni siquiera en la reunión con Héroes del Silencio del 2007. Efectivamente éste era su momento y “Mutaciones” su gira definitiva.



El setlist estuvo diseñado a la perfección para no dejar prácticamente fuera ninguna parada en su discografía. Y casi en equilibrio sonaron temas de Héroes del Silencio, del Huracán Ambulante y de su actual formación “Los Santos Inocentes”, que por cierto, sonaron como una auténtica apisonadora: Arrolladores a la par que precisos. Una interpretación medida al milímetro y llena de garra que no dejó indiferente a nadie. Sinceramente “Los Santos Inocentes” demuestran que son el mejor grupo que Bunbury puede tener. Capaces de transformar cualquiera de sus movimientos musicales y acercarlos a un rock áspero por momentos, castizo en ocasiones y muy elegante en el conjunto que le sienta como anillo al dedo a mi paisano.


Desde el arranque previsto con “Iberia Sumergida” hasta el perfecto cierre con “…Y al final” no hubo un momento para el descanso. El nivel estuvo muy alto durante las dos horas que duró el concierto y el público se entusiasmó tanto con “Avalancha” como con “El Extranjero” a partes iguales. Con una escenografía sobria, pero acompañada de una excelente iluminación y ante todo una sonoridad apabullante, destacaron la grandiosa “Despierta”, la efectiva “Lady Blue”, la explosiva “El hombre delgado que no flaqueará jamás”, la emotiva “Más alto que nosotros sólo el cielo”, la contundente “Los Habitantes” o la desgarradora “De todo el mundo”. Aunque también podría hablar maravillas de “El Camino del exceso”, con la que soltó su rabia y mostró su faceta más descarada, o “Maldito Duende”, en la que se dio un baño de masas lanzándose a las primeras filas. La verdad es que no se le puede poner ninguna pega a la elección del repertorio ni a la entrega de artista y público. Sólo un par de cosas mejorables: hubiera estado bien salirse un poco del guión y estirar esas dos horas exactas de espectáculo, dedicando alguna que otra palabra a los allí congregados o incluso regalando alguna canción no esperada como hiciera con “Puta desagradecida”. Y lo que sí que creo que debería haber hecho es despedirse abrazado a su banda. Si de verdad “Los Santos Inocentes” son algo más que una banda de acompañamiento (de hecho ahí está Ramón Gacías que lleva con él la friolera de 20 años) debería decir adiós junto a todos ellos y no marcharse con pose divina mientras terminan los últimos acordes de “…Y al final”, dejando a los seis “Santos Inocentes” despedirse de su público sin el verdadero protagonista, que a la vez sería mucho menos sin estas 12 manos que le acompañan. Tan sólo ésto sería criticable, pero está claro que el “Mutaciones Tour” es la mejor gira del artista maño que haya realizado hasta la fecha, por delante de “Las Consecuencias”, que hasta ahora era para mí era la más redonda. Y también queda constatado que el 3 de septiembre de 2016 será una fecha histórica para todos los zaragozanos que amamos la música y creemos en el artista más reconocible y auténtico de los nacidos a orillas del Ebro.


No hay comentarios:

Publicar un comentario