El concierto que Bunbury ofreció en la capital aragonesa en su reciente "Mutaciones Tour" todavía resuena en mi cabeza. Aquí os dejo la crónica completa que escribí para "El Giradiscos" publicada el martes 6 de septiembre. Espero que la disfrutéis:
El pasado
sábado quedará marcado para muchos zaragozanos como una fecha difícil de
olvidar. Había leído muchas cosas sobre el “Mutaciones Tour” de Bunbury y podía
parecer que ésta sería la gira definitiva del músico zaragozano.
Acudí al
Pabellón Príncipe Felipe de mi ciudad expectante y deseoso de ver el
espectáculo que tenía preparado nuestro artista más internacional, pero a la
vez tenía ciertas dudas por si el concierto no cumplía con todas las
expectativas creadas. Desde que puse un pie dentro del pabellón se palpaba un
ambiente de nerviosismo. Dos horas antes del concierto ya había un considerable
aforo y quedaba más que claro que lo que veríamos esa noche iba a ser algo
importante. He presenciado muchos conciertos de Bunbury en Zaragoza, en todas
sus etapas y mutaciones solistas, pero confirmo que esta vez el “artista
equilibrista” ha sido verdaderamente profeta en su tierra. Pudimos verle
disfrutar como casi nunca, con menos tensión, seguro de que estaba ofreciendo
un suculento menú para todos los allí presentes. Estoy convencido de que por
esta noche Bunbury no se sintió “extraño en su tierra” y todos comulgamos en
una especie de espiral colectiva de camaradería, emoción y empatía. Ocho mil
almas unidas como un “Santo Inocente” más. Todas y cada una de las canciones
interpretadas se recibieron con fervor y euforia. Creo que nunca antes había
sentido Bunbury esa comunión con su público en casa, ni siquiera en la reunión
con Héroes del Silencio del 2007. Efectivamente éste era su momento y
“Mutaciones” su gira definitiva.
El
setlist estuvo diseñado a la perfección para no dejar prácticamente fuera ninguna
parada en su discografía. Y casi en equilibrio sonaron temas de Héroes del
Silencio, del Huracán Ambulante y de su actual formación “Los Santos Inocentes”,
que por cierto, sonaron como una auténtica apisonadora: Arrolladores a la par
que precisos. Una interpretación medida al milímetro y llena de garra que no
dejó indiferente a nadie. Sinceramente “Los Santos Inocentes” demuestran que son
el mejor grupo que Bunbury puede tener. Capaces de transformar cualquiera de
sus movimientos musicales y acercarlos a un rock áspero por momentos, castizo
en ocasiones y muy elegante en el conjunto que le sienta como anillo al dedo a
mi paisano.
Desde el
arranque previsto con “Iberia Sumergida” hasta el perfecto cierre con “…Y al
final” no hubo un momento para el descanso. El nivel estuvo muy alto durante
las dos horas que duró el concierto y el público se entusiasmó tanto con
“Avalancha” como con “El Extranjero” a partes iguales. Con una escenografía
sobria, pero acompañada de una excelente iluminación y ante todo una sonoridad
apabullante, destacaron la grandiosa “Despierta”, la efectiva “Lady Blue”, la explosiva
“El hombre delgado que no flaqueará jamás”, la emotiva “Más alto que nosotros
sólo el cielo”, la contundente “Los Habitantes” o la desgarradora “De todo el
mundo”. Aunque también podría hablar maravillas de “El Camino del exceso”, con
la que soltó su rabia y mostró su faceta más descarada, o “Maldito Duende”, en
la que se dio un baño de masas lanzándose a las primeras filas. La verdad es
que no se le puede poner ninguna pega a la elección del repertorio ni a la
entrega de artista y público. Sólo un par de cosas mejorables: hubiera estado
bien salirse un poco del guión y estirar esas dos horas exactas de espectáculo,
dedicando alguna que otra palabra a los allí congregados o incluso regalando
alguna canción no esperada como hiciera con “Puta desagradecida”. Y lo que sí
que creo que debería haber hecho es despedirse abrazado a su banda. Si de
verdad “Los Santos Inocentes” son algo más que una banda de acompañamiento (de
hecho ahí está Ramón Gacías que lleva con él la friolera de 20 años) debería
decir adiós junto a todos ellos y no marcharse con pose divina mientras
terminan los últimos acordes de “…Y al final”, dejando a los seis “Santos
Inocentes” despedirse de su público sin el verdadero protagonista, que a la vez
sería mucho menos sin estas 12 manos que le acompañan. Tan sólo ésto sería criticable,
pero está claro que el “Mutaciones Tour” es la mejor gira del artista maño que
haya realizado hasta la fecha, por delante de “Las Consecuencias”, que hasta
ahora era para mí era la más redonda. Y también queda constatado que el 3 de
septiembre de 2016 será una fecha histórica para todos los zaragozanos que
amamos la música y creemos en el artista más reconocible y auténtico de los
nacidos a orillas del Ebro.
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