viernes, 21 de febrero de 2014

El regreso que estábamos esperando

Mucha gente está hablando del esperado regreso de Elefantes, y yo, aunque no quería repetirme, veo necesario reflejar aquí la expectación y emoción que siento ante la llegada de este acontecimiento que seguro marcará el 2014 a todos aquellos que amamos el rock en castellano.


Elefantes vuelven con un disco de título desconcertante (“El Rinoceronte”), pero la gran noticia es que vuelven con “nuevo disco” y no con un recopilatorio o simplemente con una “gira de reunión”. Según han dicho ellos mismos, vuelven para quedarse y por eso era necesario un disco que defender, que entronque con su corta pero más que fructífera carrera anterior y que nos proporcione algo nuevo, algo valiente con lo que sellar más todavía su lugar en el panorama del rock patrio.

“Escuchar al viento” es un buen tema de adelanto que todos sus seguidores valoramos positivamente. Creo que es muy acertado bajo mi punto de vista porque vuelve al “sonido elefantes” y deja a un lado los devaneos más “folkies” de Shuarma (en los que también ha habido grandes momentos, por supuesto), transmitiendo una sensación más oscura y contundente desde su primera escucha, lo que nos da pistas de que el sonido siempre arriesgado de la banda catalana está de vuelta. Sus versos son sencillos y directos: imágenes que se hacen nuestras al instante, como si ya hubieran formado parte de nosotros antes y Elefantes solo las reconocen y las sacan afuera. Con letras como las de “Escuchar al viento” nos dejan las puertas abiertas a nuevas sensaciones y experiencias y dejamos que nuestro cuerpo quede inundado por todo lo bueno y malo que nos rodea y nos permita así crecer y ser más nosotros mismos. Y es que creo que con estas canciones Elefantes son más como uno de nosotros, alguien cercano, aquel que reconoce y entiende nuestros sentimientos, nuestros momentos más duros, pero reales, y nuestras ganas de seguir adelante.

Con todas estas sensaciones brotando ante el regreso de Elefantes… ¿cómo no voy a estar deseando que llegue el 18 de marzo para “mojarme” con “El Rinoceronte”? y sobretodo, ¿cómo no voy a estar ansioso por vivir de nuevo la intensidad en directo de una banda tan cercana y honesta como hay pocas en este mundo de la música?

8 años seguro valen la pena para este esperadísimo regreso que dejará llenarnos del inmenso “azul”, sintiéndonos como pequeñas “nubes blancas” mecidas con vuestra particular “forma de mover las manos”.

Siempre pensé que no os marchabais del todo. Bienvenidos de nuevo.


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