No soy seguidor de otros rallys, ni de los mundiales de motocross o enduro, pero el Dakar trasciende lo deportivo y se convierte en una prueba única, que mezcla el viaje personal y la competición, una auténtica prueba de superación más que una carrera en sí misma.
Es inevitable conmoverme todos los años con cada una de las historias que rodean la prueba y quedar impresionado por las tremendas imágenes de todas las etapas de la carrera más dura del mundo.
Por eso guardo un pequeño espacio otro año más en mi blog para felicitar a los grandes pilotos que han formado parte de este acontecimiento deportivo y vital: a Marc Coma por su quinta corona, a Laia Sanz por hacer historia, a Nasser Al-Attiyah por aprovechar al máximo su oportunidad en Mini, a Mardeev y su Kamaz por dejarme sin aliento dominando su camión... y a todos aquellos que hacen de este rally una verdadera lección de deportividad y valentía: a Joan Barreda, Joan Pedrero, Gerard Farrés, Txomin Arana, Albert Llovera, Xavi Foj, Nani Roma, Carlos Sáinz y tantos otros que hasta el último kilómetro han sabido brindarnos grandes momentos que serán recordados durante todo el año, hasta que el próximo enero podamos volver a ver arrancar otra edición de este rally.
Como dice Juan Porcar, uno de los pilotos de esta dura prueba: "el Dakar es vida, el resto es una pausa".
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