En estos últimos días de vacaciones retomo mi cuaderno de
bitácora para seguir manteniendo el contacto con los que de verdad queráis
acercaros a sentir un poco más propias mis vivencias e ilusiones. Así espero
que durante este nuevo curso que comienza podamos seguir encontrándonos entre
entrada y entrada.
Como no podía ser de otra forma durante el verano he
intentado cargar las pilas con buena música y cine del que disfrutar. Cierto es
que durante mi retiro estival de playa y relax he quedado un poco desconectado
de la “actualidad” (algo bastante necesario para todos) y apenas he tenido
tiempo para disfrutar de una buena película o un gran disco con el rigor que se
merece, pero tampoco he descuidado mis grandes pasiones y he seguido “viéndome
las caras” con los cada día más imprescindibles Beady Eye, con el gusto clásico
de Ariel Rot, con las siempre recurrentes melodías de Vetusta Morla, con la
sugerencia y delicadeza hecha canción de Fabián, con la contundencia y
sensibilidad de Sigur Rós, con la alegría deslumbrante de Mika, con la energía
y emotividad de Mumford & Sons, con el mágico reencuentro con los ’90 de James
o con el brillante clasicismo pop de Keane.
En cuanto a las películas de las que he disfrutado y puedo
presumir como espectador en estos días cabría destacar unas cuantas por
diversos motivos: Comenzaré reseñando un clásico como “El Apartamento” de la
que a estas alturas se puede decir poco, pero que me enamoró por su humanidad y
su capacidad de sorprender 50 años después. Por fin pude ver “The Commitments”
y emocionarme con su soul de precisa ejecución, pero sobretodo con su relato de
la sensación incomparable del proceso de creación de un heterogéneo grupo
musical. También disfruté como un niño con el atrevido futuro narrado en
“Oblivion”, toda una reflexión acerca de la capacidad de lucha del ser humano.
La última película de Steven Soderbergh me dejó totalmente descolocado porque
consiguió dar la vuelta a la primera línea argumental planteada al inicio del
film y mantenerme en tensión durante todo el metraje con “Efectos Secundarios”.
Otra película con la que reí y aprendí del cine de primera es la francesa “Intocable”, una de
esas películas del país vecino a la que no le sobra nada y con un humor ácido
que da en la diana.
Algunas otras películas me han dejado más bien indiferente
como la poco aprovechada “Guerra Mundial Z”, con una idea que se deshace cuando
la película se convierte únicamente en una carrera enloquecida por la salvación
resolviéndose de una forma ya vista, o la que repite un cliché demasiado
explotado de Tom Cruise pero más violento en “Jack Reacher”.
Lamentándolo mucho tengo que reconocer que la última película
de Pedro Almodóvar “Los Amantes Pasajeros” me pareció una tomadura de pelo que
no se mantiene ni por su gran elenco de actores y es que el argumento es pobre
para lo que nos tiene acostumbrados el director manchego y prácticamente no
consigue ni una sola carcajada en todo el metraje (y eso que se empeñó en dejar
bien claro que ésta iba a ser una de sus comedias clásicas). Tampoco me gustó
la resolución de “Elysium”, que con una idea atrevida y aparentemente
interesante termina quedando una película excesivamente violenta y
sencillamente pobre de espíritu, muy lejos de lo que parecía ofrecer.
Y quiero terminar con una película difícilmente clasificable
y para la que no tengo palabras. Se trata de “EL ATLAS DE LAS NUBES”. Tardaré
mucho en ver otra película así por la magia que desborda. Una película que cuenta
seis historias diferentes pero en las que, como reza su subtítulo, “todo está
conectado”. Bien es cierto que puedes pasar más de una hora de película
intentando averiguar qué quiere decir la cinta y en la que no llegas a entender
el por qué de esas historias y su conexión, pero cuando todo empieza a encajar
el corazón se acelera y la emoción te desborda. Si consigues dejarte llevar por
la película descubres por su ritmo de montaje, por sus personajes enigmáticos y
misteriosos, por su sobrecogedora música y por su contenido flotando entre la
ciencia ficción, las aventuras, el romance, la comedia, el misterio y la acción
que es una película como ninguna otra. Sin duda, un descubrimiento para un
momento del cine en el que se echan en falta historias DE VERDAD.
Podría contaros más y más sobre estos días pasados, pero será
poco a poco y además con mucho por venir, como viene sucediendo desde hace casi
un año en este blog que es tan mío como vuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario