En los últimos años se nos presentan cada vez más nuevas
formas de promoción musical como los trailers por internet, las lujosas
ediciones de coleccionista de nuevos y viejos lanzamientos o los conciertos
privados y masterclass.
A principio de este verano pude asistir a una de estas
masterclass para presentar el nuevo disco de Ariel Rot “La Huesuda” y aunque
he tardado en contaros esta experiencia, creía que era
necesario para valorar el gran acierto de esta propuesta.
Aquella calurosa tarde de primeros de julio y en poco más de
una hora, Ariel Rot en persona nos condujo a todos los presentes en el foro de
la fnac al interior de su grandioso octavo disco de estudio como solista (si
dejamos fuera su recopilatorio “Dúos, tríos y otras perversiones”, su revisión
de temas acústicos de las sesiones de “Lo siento, Frank” y su disco en directo “En
vivo mucho mejor”).
El disco que presentaba el artista argentino había caído en
mis manos pocos días atrás y apenas había tenido tiempo para saborearlo, pero
este acercamiento profundo en manos de su creador me hizo entenderlo mucho
mejor y disfrutar de cada uno de sus detalles desde entonces: Entendí el porqué
de la actual revisión en clave de rock crudo de la pobre versión original de “Debajo
del puente”, la grandeza de una balada de corte clásico pero emocionante como “Para
escribir otro final”, la astucia para convertir en clásico un tema
aparentemente simple en “Mil palabras sucias al oído”, la dificultad de hacer
realidad una idea como una ranchera fronteriza al llevarla al estudio con “La
huesuda”, el virtuosismo en la guitarra por la gran progresión de acordes en “Rubias
de NY”, el dramatismo lírico que asoma tras la historia de “Puro frenesí”, las
anécdotas reales que inspiraron “En los últimos cien metros” o el desparpajo y
valentía para hacer una crítica al negocio musical en “Nunca es tarde para el Rock and
Roll”.
Sin duda es un disco brillante, pero se vuelve mágico
gracias a ese buceo sin límites entre los entresijos de la composición, el
proceso de creación de arreglos y grabación o la explicación del porqué de esas
historias tan bien descritas en las canciones presentadas. Ariel Rot se mostró
muy abierto a dar cualquier tipo de explicación que se convirtió en un regalo
para todos los amantes de su música allí presentes y más jugoso si cabe si se
era músico, pues Ariel mostró sin ningún pudor la sucesión de acordes de los
temas, los pormenores de los arreglos utilizados en la mayoría de las canciones
e incluso las historias más íntimas que se escondían en sus letras.
En definitiva, un lujo para todo aquel que disfruta de la música,
una nueva forma de acercarse a un disco y una idea más que efectiva para
promocionar un lanzamiento en estos tiempos difíciles para los mismos. Estar
cerca de artistas que valoras, escuchar su proceso creativo, dejarte llevar por
alguna canción interpretada en directo (aunque ese no sea el objetivo de la
masterclass) y sobretodo sentir que la música sigue viva por más que algunos
agoreros se empeñen en que esto no sea así. Es verdad que los músicos cada vez
lo tienen más difícil para llevar adelante sus nuevas obras, pero este tipo de
iniciativas son las que nos encantan a los amantes de la música y las que
pueden seguir emocionándonos con cada nuevo lanzamiento que veamos en el
horizonte. Todo un lujo que espero poder volver a repetir.
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