M Clan siempre han tenido momentos memorables, a pesar de
haber pasado por algunos no demasiado ejemplares provocados por el
desbordamiento de éxito masivo a comienzos de este siglo, pero sin lugar a
dudas, sus últimos discos editados desde 2008, con la acertada producción de
Carlos Raya, han puesto al grupo en lo más alto del rock en castellano. No hay
grupo que consiga transmitir tan bien el espíritu desgarrado y enérgico del
rock como M Clan. Y en directo son todavía más certeros. La banda suena
precisa, contundente y muy enérgica. Sus músicos de sesión Coki Jiménez, Iván “Chapo”
González y Priscus hacen más grandes las interpretaciones de Carlos Tarque y de
Ricardo Ruipérez, que cada vez merece más mi respeto, tanto por sus últimas
composiciones como por su precisión al interpretar en directo sus riffs.
Definitivamente Ruipérez no es un guitarrista secundario, es la mitad de M
Clan, y eso es decir mucho, aunque claro ¿es M Clan un dúo tras la disgregación
del quinteto original o más bien es un trío formado por Tarque y Ruipérez pero
movido gracias a la batuta de Carlos Raya? Independientemente de estas teorías
sus discos son cada vez mejores y sus directos te dejan extasiado: Increíbles
las interpretaciones de “Ritual”, con una armónica heredera del mejor blues, “Escucha
mi voz”, con su potente interpretación vocal, “Rock and roll del siglo XXI”, con
su aroma al Rock & Ríos, “Nadie se acordará de ti”, con su final in
crescendo sobrecogedor, la siempre interesante revisión de “Maggie May” o la enérgica
“Pasos de equilibrista”, que nos dejó el mejor momento de la noche con el
tributo a The Who en su parte final.
No lo dudéis. M Clan son mágicos, puro ROCK, simplemente eso. ¿Quién
necesita más en una “noche de aullidos” como la vivida el pasado viernes?
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