Así es como se presentaban los Rolling Stones en sus conciertos de los '60 y '70. Anunciados por un presentador enérgico que aseguraba un espectáculo de pura música, sin artificios, de rock and roll. Con el tiempo esto fue cambiando y sus espectáculos fueron llenándose de fuegos artificiales, grandes pantallas y efectos de luz estratosféricos. Por supuesto, sus espectáculos de los años '90 y los más recientes del siglo XXI son altamente recomendables y absolutamente míticos, pero he de reconocer que después de ver su directo de 1972 presentando "Exile on Main Street" en Texas me quedo con las enormes sensaciones vividas a golpe de guitarra, si más artificios que su sonido, no tan potente como el que encontramos actualmente, pero igualmente electrizante.
Ayer vi por primera vez el dvd del directo mencionado llamado simplemente "Ladies & Gentlemen". Fue publicado en el 2010 después de haber permanecido en el olvido desde su estreno en cines en el año 1974. Nunca después había sido publicado y descubrirlo ahora es un enorme regalo para nuestros oídos. Es una grata sorpresa encontrarte a los Rolling Stones solos frente a su público, con nada más que su música y una modesta iluminación. Solos con lo que de verdad importa.
Hablar de los Rolling Stones de principios de los '70 es hablar de su mejor momento artístico. Este concierto fue grabado en Texas durante cuatro actuaciones del grupo en Fort Worth y Houston los días 24 y 25 de junio de 1972 y en él se incluyen temas de sus mejores discos: "Let it Bleed", "Sticky Fingers" y el que presentaban para la ocasión "Exile on Main Steet".
Este espectáculo pertenece a la gira americana de 1972 que los Rolling Stones llamaron STP Tour, también conocida como "Stones Touring Party". Y es que los conciertos de esta época eran una auténtica fiesta (aunque seguro que había todavía más fiesta entre bastidores), y los Stones disfrutaban de uno de sus momentos de gloria. Con una formación completada por Jim Price, Bobby Keys y Nicky Hopkins, además del recién estrenado miembro oficial de los Stones Mick Taylor, el concierto se convierte en un auténtico muestrario de rythm & blues y rock clásico. Una elección del repertorio excelente en la que se reparten el peso temas áun por convertirse en imprescindibles como "Tumbing Dice" o una versión más discreta pero efectiva de "You can't always get what you want" con otros clásicos de su repertorio como el arranque con "Brown sugar" o la despedida con "Jumpin' Jack Flash" y "Street Fighting Man". Para mi los mejores momentos del concierto son, sin ninguna duda, la enérgica versión de "Happy" a dúo entre Jagger y Richards, la excelente y siempre reveladora "Midnight rambler" (inmensa armónica acompañada de locura lisérgica del señor Jagger) y la sorpresa de "Love in vain", con un solo de guitarra de Mick Taylor que pone los pelos de punta y que, como músico, es el que más destaca en el directo a pesar de su hermetismo. Lástima que su paso por los Rolling Stones fuera breve, porque podría haber dado mucho más de sí, pero ahí quedan los discos en los que participó, como ya he dicho antes, simplemente clásicos.
Más que interesante ejercicio el de disfrutar de este gran directo con sus momentos enormes y también con los más discretos, con su sonido a veces ligero y otras veces potente y con su escenografía limpia basada solo en los sonidos (aunque me gustó mucho la forma en la que Mick Jagger se despide de su público arrojando pétalos de rosa por el escenario y no tanto confeti como puede verse hoy en día). Todo un gusto dejarse llevar por los '70 y por sus intensos momentos vividos en directo. Esta claro que con los Rolling Stones siempre puedes volver a sorprenderte.
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