Soy aficcionado del motor, aunque no soy nada experto, pero considero que el Rally Dakar es todo un desafío. No solo por lo impresionante de sus imágenes y sus etapas de vértigo, sino porque es algo más que un deporte: es una prueba de resistencia, de sacrificio, de honestidad y respeto por el contrario, de solidaridad, de mucho más que kilómetros; es más que una gran meta para todos sus competidores.
Una vez más he podido disfrutar y sorprenderme con el seguimiento de este Rally que se disputa desde hace algunos años entre los Andes y el desierto de Atacama, en América del Sur. De nuevo ha sido toda una experiencia, y eso que lo he seguido desde casa. Gracias por hacerme disfrutar de tan buenos momentos y por engancharme a la magia de la pasión y el sacrificio, de la entrega y tesón sin límites, de la dureza de las barreras del día a día y de sus grandes recompensas...
Esta noche podré disfrutar de la ceremonia del podio del Dakar desde Santiago de Chile y quitarme el sombrero ante Nani Roma, Xavi Foj, Laia Sanz, Joan Pedrero, Joan Barreda, Marc Guash, Paco Martínez y todos los que nos demuestran que vale la pena luchar para conseguir todas nuestras metas.
Hasta el año que viene.
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