martes, 10 de mayo de 2016

Quizá éste sea el año de Coque Malla

Quizá éste sea el año de Coque Malla… y no lo digo sólo porque su más reciente disco “El Último Hombre en la Tierra” sea el más acertado de su carrera, no sólo en concepto sino en riesgo y madurez, sino porque le acompaña una gira de altura, con unos escuderos que hacen brillar este disco a pesar de quedar despojado de sus arreglos de viento y cuerda originales, dejando vislumbrar así su columna vertebral al más puro estilo rock.

“El Último Hombre en la Tierra” es un disco que puede pecar de profundo y puede costar de entrada, pero una vez te sumerges en él se descubren día a día grandes revelaciones en forma de confidencias desnudas de la mano de su autor o de pequeñas críticas al momento vivido.


Creo que Coque Malla no necesitaba este disco para demostrar lo grande que es, pero está claro que debido a su respuesta está funcionando como su confirmación definitiva. Pero no nos olvidemos que antes que éste también estuvieron el potente “La Hora de los Gigantes”, el íntimo “Termonuclear” o incluso aquel lejano pero certero “Soy un astronauta más”. ¿Y qué me decís de sus valientes experimentos como su particular tributo a Rubén Blades o el descomunal “Mujeres”?. Coque Malla lleva mucho tiempo afianzándose como uno de los referentes más acertados en la creación e interpretación de canciones de nuestro país. Y no nos olvidemos que ya lo era con los Ronaldos, que definieron el rock directo stoniano en la España de finales de los ’80 y principios de los ’90 ofreciéndonos una música mucho más allá de la movida cuyo espíritu continua hoy inalterable.

Por eso creo que no se hace justicia con Coque Malla. Algunos lo consideran un artista menor por haber sido el líder de la joven banda madrileña, pero no nos olvidemos que lo que hicieron éstos fue la antesala de lo que después vendría con los Rodríguez: rock musculoso y directo parido en la península Ibérica. Y posteriormente como solista no ha hecho otra cosa que afianzar su buen hacer, aunque tal vez para ésto hubo que esperar a su segunda vuelta tras el regreso de los Ronaldos entre 2005 y 2007, ya que sus dos primeros discos solistas no tuvieron demasiado calado. Pero una vez a finales de la primera década de los 2000, Coque se mostró como lo que verdaderamente era: un hacedor de canciones pulidas al extremo cual artesano orfebre. En sus composiciones apenas se dejan notar aristas y da en la diana en cada nueva colección de canciones, acercándose cada vez más a la obra perfecta. Este “El Último Hombre en la Tierra” bien podría ser el cénit de muchos artistas, pero estoy convencido que en su caso vendrán todavía gratas sorpresas e imprescindibles composiciones.


Por todo esto, lo vivido el viernes 6 de mayo en Las Armas es una constatación del gran momento que vive Coque Malla como artista, con un público entregado a su obra, atento y en perfecta comunión con el músico y su banda (excelentes Toni Brunet, David Lads, Héctor Rojo y Gabriel Marijuán). Y eso que todos los que estuvimos en esta presentación en directo en la capital aragonesa pudimos constatar que aún hay gente que va a los conciertos buscando hacerse notar y que está totalmente fuera de lugar de lo que acontece en la sala… pero anécdotas aparte (molestas por la sinvergüenza, pero anécdotas que no empañan lo verdaderamente importante al fin y al cabo) el viernes se vio disfrutar a Coque más que ninguna otra vez en nuestra ciudad. Se contoneó a ritmo de orgasmo roquero en “Todo el mundo Arde”, estremeció al personal con “Me dejó marchar” o la imprescindible “Berlín”, se metió a todos en el bolsillo con su “Hace tiempo” a capella, se vislumbró su precisión con la guitarra en el sentido solo de “Cachorro de León”, se constató su alma setentera en “Escúchame” o “Lo hago por ti” y nos regaló dos temas “casi” inéditos agradecidos por todos los presentes como el circense “At the movies” y el colosal “My beautiful monster”, además de un homenaje emocionante a Bowie interpretando “Heroes” (en la que no faltó su característico e-bow) y a su grupo madre con un descarado “Guárdalo con amor”.


Definitivamente lo del viernes fue una auténtica fiesta y la confirmación de que Coque Malla es un artista en estado de gracia, pese a quien le pese (todavía queda mucho prejuicio en este país). Así que si tenéis la ocasión no os lo perdáis en esta gira (que recalará de nuevo en tierras aragonesas el próximo viernes 13 en Huesca y el sábado 14 en Barbastro) para poder decir bien alto y claro que Coque Malla ha dejado bien postuladas las bases de lo que es un artista mayúsculo en nuestro panorama musical actual.


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